De los errores siempre se aprende

Por Aymara Romero. Estudiante de segundo año de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social.

Estábamos en la clase de práctica profesional, todo parecía normal, hasta que el profesor nos dio una actividad. La cual fue cubrir la maratón de lectura de la escuela secundaria “Fuerte San Carlos” con un móvil en vivo y un programa de edición especial. El docente nos pasó material que los alumnos de la escuela habían preparado para ese día y, divididos en dos grupos, comenzamos a organizar la actividad que estaba pactada para hacerse dos días después. Fui asignada para ser una de las conductoras, yo diría “co-conductora”, junto con uno de mis Compañeros. En la radio éramos tres y en el móvil eran cuatro.

El programa se realizó en la mañana, sabíamos que teníamos que levantarnos temprano para ir a la radio. Sin embargo, con mi compañero descargamos los audios y las canciones, que iban a musicalizar el programa, la noche anterior, ese fue uno de nuestros errores que se reflejaron al otro día. Tampoco habíamos preparado ningún guion, ni pauta, no teníamos ningún soporte además del material que nos brindó el profesor. Nos quedaba improvisar, pero eso no fue gran problema, ya que teníamos conocimiento de lo que se iba a tratar la maratón.

Llegado el día de la actividad, estábamos tranquilos y seguros de que todo iba a salir más que bien, pero no todo fue color de rosas. Cuando llegamos con mi compañero a la radio nos encontramos con el profesor y nuestra compañera, quien sería la operadora del programa. Ambos nos comentaron sobre un problema con el micrófono, que luego se pudo solucionar. Pero, surgieron otros problemas. Esta vez, sin presencia del profesor, primero la computadora de la radio no nos leía los archivos de las canciones, tampoco podíamos lograr salir al aire y, para coronar ese caos, no sabíamos cómo conectar el auricular del operador a la consola. Fue un momento de muchas emociones, ansiedad, nervios e incertidumbre, hasta que logramos calmarnos y empezaron a surgir soluciones.

Recordamos que la memoria de la computadora de la radio está plagada de música (de todo tipo), de ahí sacamos la mayoría de canciones, también recordamos que los auriculares en la consola se conectan con un adaptador y, después de varias pruebas también logramos resolver la cuestión y… Salimos al aire.

En ese momento supimos improvisar y aprovechar todo el contenido e hicimos un programa que nos sirvió de experiencia. También me dejo muchas cosas, en cuanto a aprendizaje, desde prever cualquier tipo de situación que pueda afectar la realización de mi proyecto hasta saber controlar las emociones en momentos de tensión. Además, pensé que no era lo que esperaba, pero después tuve en cuenta los obstáculos que tuvimos y creo que hicimos un buen programa y se logró el objetivo del mismo. De los errores siempre se aprende.

15 de octubre de 2022. Actualidad, Boletin, Noticias
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